¡Ella no! Las palabras dispararon en mi cabeza como si pertenecieran a alguien más.Pero estaba demasiado ansioso para realmente preocuparme sobre la amenaza de exponernos como debería. Demasiado asustado de que podía haberla herido en mi esfuerzo por protegerla. Demasiado asustado de tenerla tan cerca de mí, sabiendo cómo olería si me permitía inhalar. Demasiado consciente del calor de su suave cuerpo, presionado contra el mío, incluso a través de ambos obstáculos de nuestras chaquetas, podía sentir ese calor...
Midnight sun.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Algo para decir?